Es la tempestad de la tormenta, un huracán.
El tornado que desea succionarnos, hacernos parte de él.
Y entre espirales negros revivir pesadillas, las más engañosas.
Recordar los sabores más insípidos, los amargos.

Es el relámpago que nos deslumbra con un flash de fuego.
Nos hace arder. Retorcernos en agonía como gusanos.

Es un juego de azar que nos invita a apostar nuestro cuerpo
y a perder nuestra alama.

Es nuestro amor, que con tanta intensidad sabe como apartarnos del desastre.
De la tentasión.
Es su pasión la que nos abriga en la interperie. Un cálido abrazo.
Es su pureza la que nos promete un futuro de nada más que tu y yo.Amandadonos.



Es bien sabido que después de la tormenta
siempre aguarda la calma.Pero nosotros ni siquiera conocemos la tormenta.